Andrea Brunson es fotógrafa y fundó en 2018 la galería de arte itinerante Espacio Andrea Brunson. Fotografía con su celular y su tema, podría afirmarse, es la niñez, su cotidianidad, fantasía y frescura. Su ojo de galerista, en tanto, ha sabido destacar nuevos nombres, con nuevas propuestas. Andrea es la debutante de esta sección que hemos llamado “Selfie”.

¿Cuál es la imagen más “antigua” de tu vida que se te viene a la cabeza? 

Estoy recolectando cuncunas en el jardín infantil y metiéndolas en una caja de fósforos para llevármelas a mi casa.

 ¿Cómo eras de niña?

Era una niña muy alegre. Y, por lo que me cuentan, lograba todo lo que me proponía con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Con qué imágenes te quedas de tu adolescencia y juventud?

En la playa, con mis dos mejores amigas (hasta el día de hoy), en esos veranos que duraban siglos, creyéndonos totalmente libres. Y bailando. Bailando mucho.

 Una imagen triste.

Me acuerdo de una imagen que existía en mi cabeza y que no me dejaba quedarme dormida de chica y ahora tampoco: una vez oí que todos los días se cortaba el equivalente a ocho estadios de fútbol de árboles en la selva brasileña.

La imagen de la felicidad.

Galopando.

¿Cuándo fue la primera vez que sacaste una foto?

Lamentablemente no me acuerdo de eso. Sería increíble tener ese recuerdo.

¿Cómo llegaste a la fotografía?

Me gustaban mucho los artículos de National Geographic.  Así partió y fue tomando otro rumbo.

 Una fotografía perfecta. 

Hay una foto de Robert Mapplethorpe, de una flor, que me gusta mucho. También una de Sally Mann, donde sale su hija mayor con un cigarro y que es bien icónica.

¿Qué encontraste en la fotografía que te ha atrapado?

Atesorar los momentos. Quedan ahí atrapados para siempre.

Trabajaste en Magnun. ¿Cómo llegaste y qué aprendiste?

Llegué a través de una señora con la que yo trabaja en Londres como asistente. Ella era cercana a Eve Arnold, quien necesitaba a alguien que le digitalizara su archivo fotográfico para que Magnum pudiera seguir usando su trabajo que se había vendido a la Universidad de Yale. Ahí aprendí la parte técnica de cómo hacer el traspaso de un negativo análogo a un archivo digital. Pero, por sobre todo, supe entender el ojo y la mirada de Eve Arnold.

 ¿Por qué fotografías niños, entre ellos a tus hijos? 

Porque no posan. No están preocupados de salir bien. Proyectan libertad.

Tu lista de fotógrafos primordiales.

William Eggleston, Sally Mann, Agust Sander, Joel Meyerowits, Andre Kertesz, Uta Barth. Por nombrar a algunos, pero son muchos.

¿Qué imagen crees que tienen los otros de ti?

Creo que la gente me encuentra mucho más fría de lo que yo me considero.

¿Qué imagen te gustaría que tuvieran de ti? 

La imagen de una mujer confiable, amorosa y divertida.

La imagen de un día perfecto.

Desayuno en la cama. Sin apuro y bien acompañada.