Opinión_
El aporte del diseño chileno en la sociedad
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Cada diseño chileno es más que forma o función. Da trabajo a personas directa e indirectamente; paga impuestos; contribuye a la imagen país; ayuda al planeta con el sólo hecho de no ser importado y evitar la huella de carbono. Y, lo más importante para mí, contribuye al orgullo del país.
El diseño es mucho más que solo forma o función. La sociedad suele verlo como algo superfluo, elitista, de moda y caro. Los expertos, en tanto, pregonan que la función está por sobre la forma. Y buena parte de las personas lo ve como algo lejano, destinado a los privilegiados.
Impresionante es comprender que están todos equivocados. El diseño está en todos los momentos de la vida. Es más, sin el diseño la sociedad no hubiera avanzado todo lo que ha logrado en los últimos 150 años. Los diseñadores lo hemos hecho tan bien que la comunidad no se da cuenta de que está todo pensado para el bienestar. Es tal el éxito de nuestro trabajo que la inteligencia de los productos no se nota; es natural, líquida o fluida en nuestro vivir.
Los expertos deben entender que la belleza de la forma es tan significativa como la función. Si lo primero fuera más fuerte que lo segundo, los diseñadores lograríamos llevar arte a la sociedad a un precio más democrático que una pieza hecha por un artista. De hecho, hoy las galerías de diseño crecen más que las de arte y muchos diseñadores logran diseñar piezas que ya se consideran esculturas. Es cosa de recordar el exprimidor de limones de Starck.
Llevar el diseño a lo cotidiano es tan natural que usted todavía no se da cuenta. Piense que desde que se despierta en la mañana vive diseño. Destaco que es transversal y para todas las clases sociales. Tres ejemplos. El cobertor de su cama, por más económico que sea, fue elegido por su diseño. Su cepillo de dientes, haya costado $3.000 o $10.000, es diseñado y tiene una utilidad perfecta, con una función primordial y una estética eficiente. Por último, su tazón, donde toma su té, café o jugo. Sea de cualquier precio, fue adquirido o regalado a usted por su diseño formal.
Por lo tanto, ¿dónde está hoy el valor de lo que hacemos? ¿Qué aporta el diseñador? Y, especialmente, ¿qué aporta el diseñador chileno?
Cada diseño chileno es más que forma o función. Da trabajo a personas directa e indirectamente; paga impuestos; contribuye a la imagen país; ayuda al planeta con el sólo hecho de no ser importado y evitar la huella de carbono. Y, lo más importante para mí, contribuye al orgullo del país. Cada vez que un comprador de diseño chileno le dice a un familiar o amigo “¡este objeto o muebles es chileno!” una estrella nace en la galaxia.
Hablarles de conceptos, estética o explicar pomposamente los A o los B de cada diseño, como si fueran objetos bajados del Olimpo, me provoca un aburrimiento extremo. Además, estas explicaciones son las que alejan el diseño de la comunidad.
¡Celebremos el diseño nacional! Y, desde ahora, recuerde que todo producto fue pensado, diseñado y producido para su disfrute y buen vivir.
Imagen de portada: Mesa Rita. Nueve Design Studio